En días pasados, 2
iniciados en la Religión Yorùbá por el sistema de Ifá (es decir personas con Ikofafún
y Awofakan) me estuvieron relatando ciertos pormenores de una Ceremonia en la
que participaron, correspondiente a la rama de La Osha y sobre la cual se le
formularon ciertas dudas.
No voy a entrar en
detalles de la Entidad que se entregaba, porque incurriría en la falta de
revelar ciertos secretos religiosos; pero es posible que las energías que se “pretendían
mover” hayan sido la causa del tema de
este post.
El Oráculo básico de las
Religiones Yorùbás es el OBÍ, y digo básico porque es el primero que se debe
aprender por ser el más corto en cuanto al número de “letras” a interpretar, y
por consiguiente el más fácil y rápido de aprender.
Pero al parecer los
religiosos de hace un tiempo para acá, en su afán de obtener grandes
conocimientos, se olvidan de estudiar y aprender realmente el significado de
cada uno de los oráculos que pueden manejar, amén de que igualmente se guían
por interpretaciones erróneas que se transmiten de generación en generación y
se le agregan nuevas interpretaciones.
Vayamos al caso concreto:
cada vez que en una Ceremonia dirigida por religiosos de La Osha (y también sucede
en algunas dirigidas por religiosos de Ifá) se le da Obí a una entidad y sale
la letra Okana de inmediato se apela a un recurso: ¡SE PARÓ EL MUERTO!
Quisiera yo saber quien
fue la persona que obtuvo esta información para la interpretación de una de las
letras del llamado Oráculo de Biaggué y Adiatoto.
No es posible que a todos
los contratiempos que se presenten durante una ceremonia se “inculpe” a Los
Eggun.
La norma para muchos religiosos
es que cada vez que se proceda a darle Obí a una entidad, cualquiera que sea,
si al momento de lanzar los Obinú (o vistas de coco) la respuesta es Okana se
interpreta que un Eggun o un Espíritu está haciendo una reclamación y por eso
está interfiriendo.
Si nos guiamos por este
principio de interpretación, no nos quedará más remedio que ACEPTAR QUE UN
EGGUN U OTRO ESPÍRITU ES MÁS PODEROSO QUE CUALQUIER OSHA U ORISHA Y PUEDE
INTERRUMPIR UN CEREMONIAL QUE SE LE ESTÉ EFECTUANDO.
Veamos otro caso que puede
suceder, basándome en el relato no muy profundo que me narraron las personas
que mencioné; al momento de iniciarse una Ceremonia ya sea en el campo de La
Osha o de Ifá, se comienza por darle Obí a Eggun, ya que es un requisito
indispensable.
Al momento de dejar caer los
Obinú sale la letra Okana; como se está entablando conversación con los Eggun
realmente estos o alguno en particular esta señalando algo. Se investiga el
motivo de su interrupción y se satisface su pedimento. Continúa la Ceremonia y
se le está dando Obí a un Osha o un Orisha y sale nuevamente la letra Okana.
Me pregunto: ¿se volvió a
parar el muerto? ¿No se había aclarado el problema en la ocasión anterior? ¿Se
trata de otro Eggun o espíritu haciendo reclamos por lo mismo o por otra
circunstancia?
Toda esta confusión es la
que hace incrédulos a las personas que están iniciadas, pues comienzan a dudar
de los que se les aconseja. Estas personas que acuden a nuestra religión,
buscan la solución a un problema y entonces se le recomienda la recepción de un
Osha o de un Orisha, pero entonces en la ceremonia de fundamentación se le
indica otra problemática nueva y se le recomienda la fundamentación de otra
entidad, y así se sigue actuando hasta que poseen la mitad de las entidades y
espiritualidades que existen en Ara-Onú.
Existen muchos Oloshas y Babalawos
que no conocen bien los principios básicos de ciertos oráculos propios de la
religión yorùbá.
Y aquí es donde radica el
problema, pues si se le da una interpretación errónea, o tergiversada, o se le
da una interpretación caprichosa, y aún peor cuando se “quiere innovar o crear
una nueva interpretación, en vez de aclarar el camino lo que se logra es
oscurecer.
No
debemos crear más “enredos”…hay que aprender el uso correcto de las
herramientas de que disponemos, sin agregarle ni quitarle nada y así mantener
un conocimiento que data de miles de años.
En
la próxima entrada haré ciertas aclaratorias sobre el oráculo de Biaggué y
Adiatoto que afianzaran lo expuesto en estas líneas.
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