Comenzaremos explicando que se
denomina Ébbó. Dentro de las
Religiones Yòrubás, se llaman de esta manera a los distintos sacrificios,
trabajos, ofrendas, limpiezas y depuraciones, peticiones, etc., que efectúan
las personas para lograr fines determinados.
Ébbó es la “verificación”,
la “ejecución”, la puesta en práctica de una acción determinada y de esta
manera obtener un resultado específico.
Esa acción, eso que debemos llevar
a cabo, va a venir determinado ya sea por un Registro o consulta, o mediante un Itá.
Por lo tanto El Ébbó que practiquemos irá dirigido a procurar un beneficio, una
condición positiva, un “aura o ambiente” propicio para que se materialice ese
bien, en el caso de haber venido en Iré,
como también El Ébbó tenga como fin
depurarnos y limpiarnos, librarnos de aspectos negativos, evitarnos un mal
presente o a futuro, para las oportunidades en que se venga en Osobbo.
El Ébbó se efectúa para mantener,
multiplicar, propiciar, allanar la llegada de una energía positiva que se aproxima
a nuestra espiritualidad o astral, como también busca librarnos, separarnos,
cambiar o desviar energías negativas que están obstaculizando o vienen a crear
perturbaciones.
De estos simples principios
podemos extraer las siguientes conclusiones:
.- Se debe hacer Ébbó ya sea por un
Bien o por un Mal, es decir, tanto en el momento de estar “viviendo” un Iré,
como cuando se vive un Osobbo (principio contenido en un Odù de Ifá).
.-El Ébbó es específico para el tipo de situación que estamos viviendo,
situación esta que va a quedar determinada por el Registro o Consulta (o lo que
prescrito en el Itá).
He querido hacer hincapié en esta
segunda conclusión, pues muchas veces la persona que va ante un Religioso en
busca de un Registro o Consulta, no entiende la razón por la cual la Entidad
que rige el sistema de “adivinación” no le “habla” con relación a su inquietud
personal, con el planteamiento específico que lo motivó al Registro, y en
consecuencia no observa que se le “recete” un trabajo de acuerdo a su necesidad.
Es aquí donde entra en juego la
Ética y responsabilidad del Religioso: se debe ser claro con esa persona
consultante y advertirle, con antelación, la posibilidad de que la Entidad
manifieste circunstancias, eventos y aspectos muy distintos, y que requieren
debida atención con miras a procurar en algunos casos ciertos beneficios (no
todos), o en otros a detener, eliminar, contrarrestar o evitar perjuicios que
se nos acercan.
Por eso El Ébbó puede potenciar o puede cortar; es capaz de propiciar o
depurar, nos impulsa o nos protege, pero solo con respecto a la situación
específica, en relación al “camino” de ese Odù o Letra que nos rige, que
estamos viviendo, por cuanto existe un Ébbó para cada una de las diferentes
situaciones planteadas dentro de esa “marca” o “esfera” espiritual en la que
nos estamos desenvolviendo.
Podemos terminar diciendo: en las Religiones Yòrubás no existen “Fórmulas
Mágicas Generales”, cada Odù o Letra tiene una o más “Acciones Específicas y
Particulares” para lograr el efecto necesario.