Esta
publicación está dedicada a mis ahijados
Dayola y Frank con motivo del nacimiento de su pequeño Erik, quien viene a
incrementar sus vidas en lo espiritual, y para su regocijo en lo personal y material.
YA
SE HA DICHO QUE PARA LOS AFRICANOS LO RELIGIOSO ES LO PRIMORDIAL EN LA VIDA Y
TODO GIRA EN TORNO A ESE EJE. PERO NO BAJO LA CONCEPCIÓN DE UNA PERSECUCIÓN DEL BENEFICIO MATERIAL,
SINO POR EL CONTRARIO BUSCANDO PRESERVAR Y MEJORAR LA PROPIA ESENCIA EN QUE SE
BASABAN LOS ANTIGUOS YORÙBÁS: LA ESPIRITUALIDAD.
En la entrega pasada
expresé que quien determina nuestra espiritualidad es Òrúnmìlà. Nuestra
Espiritualidad funciona como el Núcleo de un Átomo que irá atrayendo aspectos positivos
y negativos que tendrán inherencia en nuestra vida y la de quienes nos rodean,
en todos los órdenes: lo familiar, lo económico, la salud, lo social, etc.
Cuando concurrimos ante un
Babalawo en busca de registro o consulta, lo debemos hacer para que la Palabra
de Ifá a través de Òrúnmìlà nos indique como se encuentra nuestra Espiritualidad
para ese momento y como se ve afectada nuestra vida en determinados aspectos.
Y tanto es así, que se
establece como principio la expresión “IFÁ ES LA BRÚJULA QUE NOS GUÍA”.
El Poder de Ifá nos va a
dirigir, sus CONSEJOS nos advierten de los obstáculos que se presentarán en
nuestro camino y debemos esquivar, nos alerta sobre Acciones que no debemos
repetir para no volver a fracasar, nos establece el Proceder en la Vida que nos
mantendrá estables y nos llevará a feliz término.
Si hemos ingresado a la
Religión con una Ceremonia Consagratoria tendremos un Itá que va a constituir
una Guía que nos marcará los caminos que debemos desplazarnos. Y cada vez que
acudamos a un Registro o Consulta se nos indicará el camino a seguir en esta
nueva, pero corta etapa; pero debemos observar si se nos habla nuevamente de
hechos enmarcados dentro de la Guía original que nos da el Itá, de similitudes en
lo que se nos dijo en el Itá y lo que se nos dice en el Registro.
Podemos llevar este
concepto a un ejemplo más práctico: en un Itá otorgado por Ifá se nos advierte
que determinada Entidad (que podría ser un Eggùn) que está posesionada en algún
lugar de la casa, por ejemplo en la puerta de entrada, afecta nuestra
evolución, pudiendo ser que consecuentemente lo haga con todos aquellos que ahí
viven, y que se deben efectuar determinadas acciones para prevenir cualquier
efecto negativo.
Si posteriormente
concurrimos a Casa de un Awo para registrarnos con Òrúnmìlà y a través del
registro se determina que el atraso que estamos viviendo en ese momento es
producto de deudas con un Eggùn, y estamos consientes de no haber cumplido con
lo prescrito en el Itá con relación al Eggùn que está en la puerta de la casa,
¿no estará claro para nosotros que se nos dio una Guía o Ruta y nos desviamos
de ese camino que se nos trazó?
De igual forma opera para
el caso de una Mujer que sea susceptible de engendrar “Niños Abikú” que pueden
morir imprevistamente, debiendo entonces desde que queda embarazada, y hasta al
momento del parto, mantenerse bajo consulta con Ifá para tomar las previsiones
del caso a tiempo; o para el caso del Comerciante que este predispuesto a
Engaños y Trampas, o aquellas personas que su Itá le indica Pérdidas de Bienes,
etc.
Nuestra
Espiritualidad siempre va a ser la misma y como un “Imán” siempre va a atraer
cosas buenas y malas. Debemos ir conociéndola para que cuando se presenten
hechos similares sobre los cuales se nos planteó alguna advertencia, no se nos
atrape en un error por un momento de descuido, pues ya nuestro Destino se
encuentra trazado.