En esta oportunidad, las notas que escribiremos van dirigidas a uno de los atributos más comunes y ampliamente conocido como es El Iddefá o Iddé de Orula.
Hace pocos días nos hicieron entrega de unos "papeles" o copias de notas, (libretas personales redactadas después de las narraciones efectuadas por mayores religiosos) propiedad de un Oluwo Cubano; tal suceso coincidió con el planteamiento que nos hizo una dama con respecto al deterioro del hilo del Iddefá de su hijo. Otra señora, que presenció el hecho por haberse suscitado en un sitio público, dan origen a la presente publicación.
Se nos preguntó: ¿Que significado y que "valor" espiritual tenía la pulsera (iddefá)? ¿Es una "protección"?.
La creencia más arraigada, aún dentro de las personas Iniciadas en la Religión de Ifá, es que el Iddé o Iddefá es una "protección".
El IDDEFÁ, realmente, NO ES UNA PROTECCIÓN, no es una "contra" y mucho menos un "resguardo". La culpa de esta equívoca creencia la tenemos los propios Babalawos.
Expliquemos en primer lugar, cual es la función verdadera del IDDEFÁ: Está manilla cumple con una función IDENTIFICATORIA; lo que se busca con la utilización del IDDEFÁ es DIFERENCIARNOS o DISTINGUIRNOS.
¿De quienes debemos diferenciarnos? De las personas que practican y profesan religiones distintas a las nuestras.
¿Ante quien debemos diferenciarnos? Ante IKÚ, La Muerte.
Ahora bien, esa función de DIFERENCIARNOS no le corresponde a todas aquellas personas que tengan colocado un Iddefá.
¿A quienes les corresponde entonces esa "gracia" de estar diferenciados con el Iddefá?
Sencillamente a las personas que están Iniciados o Consagrados ante Ifá y Orula; es decir, aquellas personas QUE HAN RECIBIDO A ORULA; Al igual que a las personas que ellos señalen.
Es aquí donde se presenta la incorrecta costumbre sustentada por los Babalawos; por lo común, aquí en Venezuela (y presumimos que en otros países ocurre lo mismo) cualquier persona que concurre a la Casa de un Babalawo como simple consultante, si es de su agrado, solicita que se le haga entrega de un Iddefá y tal solicitud es acatada y asumida rapidamente.
Este erróneo proceder hay que suspenderlo y en las próximas líneas explicaremos la razón.
Las personas, que en correcta regla religiosa, deben poseer y usar el Iddefá son:
Primero: Quienes hayan sido consagrados en Ifá (los Babalawos).
Segundo: Aquellos que participaron en una Consagración de Ikofafún y Awofakán de Orumila (Apetevis y Omoifa).
Tercero: Aquellas personas que concurrieron a un Registro con Orula y el Odu o Letra obtenida en esa oportunidad determinó su USO OBLIGATORIO (estos son casos menos frecuentes).
Los conocimientos transmitidos por medio de los "papeles" a que hicimos referencia al comienzo de esta publicación, nos informan que un Odu específico de Ifá con su correspondiente Apatakkie, les esta prohibido a Los Babalawos la colocación de Iddefás, así como de Collares de Orula, a las personas que no hayan ingresado, que no se hayan iniciado en la Religión de Ifá. Dicho Apatakkie o historia hace referencia a que solo aquellos que IFÁ y ORULA han acogido en su seno, con quienes han pactado, con los que se comprometen a cumplir con sus designios o quienes han sido designados especificamente por ellos, serán los únicos que realmente gozarán de la virtud y poder de distinción o diferenciación que confiere el Iddefá (manilla) y el Ileké (collar), condenando en todo caso al Sacerdote (Babalawo) que no cumpla con esa norma.
Sin poder dar más aclaratorias sobre el Odu y su Apatakkie (todos sabemos que los secretos de la religión no deben ser divulgados) es fácil que establezcamos conclusiones reales sobre lo planteado: La obtención de objetos y atributos religiosos no puede ser un simple acto de capricho personal, un antojo, una moda, mucho menos una imposición.
Todo aquello que se vaya a efectuar dentro del campo Religioso, un ebbó,una limpieza, una ofrenda, una iniciación menor, una consagración, debe estar precedida de un correspondiente REGISTRO o CONSULTA que le dé la debida sustanciación, la prescripción de esa acción por parte de la Deidad consultada. En el caso especifico del Iddefá, este no puede escapar a esa regla.
Aunado a lo explicado anteriormente, debemos recordar que cada Espiritualidad es diferente y no todas las personas son iguales; en consecuencia, las soluciones a los problemas de cada quien se deberán efectuar conforme a su Astral. Si Ifá y Orula no nos indican que una persona necesita un Iddefá o un Ileké, ¿quienes somos los mortales para decidir que esa es la acción correcta a seguir?
En muchos Odu de Ifá, éste y Orula reprenden a la persona diciendole ..."usted a comido de Orula sin tenerlo"... Pero como podemos observar esto no es lo único que condena Ifá y Orula.
Muchos hemos sido los Religiosos que incorrectamente procedimos a colocar Iddefás, creyendo (los más ingenuos) que ayudariamos a las personas con esta acción.
Recordamos (particularmente quien escribe estas líneas) la anécdota relatada por un Babalawo venezolano, que en sus inicios dentro de la religión de Ifá consultó a una persona sumamente enferma y le recomendó que se pusiera el Iddefá para salvarse y recuperar su salud; la mayor frustación que recibió fué que a pocos días de ese hecho la persona registrada falleció ( como se puede ver el hecho de recibir un iddefá no nos protegerá y mucho menos nos hará escapar de la muerte).
El referido Odu al que hacemos mención, nos prescribe, que Entidades o Deidades son las que se encargarían por medio de otros objetos y atributos que debe obtener o recibir la persona para su debida y correcta protección.
Debemos complementar lo anteriormente escrito con el mandamiento de Ifá de la letra que nos sustenta el principio aquí explicado, donde Orunmila dice: "...Cada cosa tiene su propio orden, yo digo que cada cosa tiene su propio orden... Cada uno con su cada cual...".
En la proxima entrega haremos referencia a los diferentes tipos de iddefá en cuanto a materiales de elaboración y sus formas.