Nicolás Valentín Angarica "Obá Tolá"
Una amiga, en su condición
de Olosha, en muchas conversaciones me dice, refiriéndose a la religión: “…
esto va a caducar…”. Hasta cierto punto tiene razón, pero no tomando la
acepción de la palabra en el sentido de que los principios y secretos de la
religión posean una corta duración en el tiempo, sino que todo lo referente a
ella se ha venido estropeando o deteriorando en un plazo de tiempo.
Y eso es lo que ha sucedido
con el sistema divinatorio del Ẹrìndínlõgún (diloggún), haciendo la acotación
de que tal fenómeno es producto de la desidia y flojera de muchos Oloshas y
Oriaté así como la “sabiduría” y “grandeza” de otros.
Ahora bien, ¿Por qué me
estoy refiriendo a esto? Simplemente por la pobreza y desviación de los
Registros y de los Itá de Osha que se vienen efectuando cada día en muchas
partes, donde se “interpreta” la voz de los Oshas, pero no a través del
lenguaje propio y particular del Ẹrìndínlõgún, sino con el contenido de los Odù
de Ifá. Hago insistencia (como lo he explicado en mis publicaciones de este
mismo Blog en fecha 09-02-2009 y 02-11-2012) en que las Letras del Ẹrìndínlõgún
no expresan lo mismo que los Odùs Ifá.
Desde hace bastante tiempo
se viene produciendo en muchos sitios (Cuba, Puerto Rico, Venezuela, etc.) que los
Oloshas cuando se les pregunta por una Letra de los llamados “Caracoles del
Santo”, se remiten a mencionar las prescripciones que hace Ifá mediante sus
Odùs, haciendo en muchos casos interpretaciones erróneas de estos. Incluso
muchos Awos, queriendo dar consejos a Iyawos y Oloshas, les preguntan por las
letras obtenidas en su Itá de Kari-Osha, y hacen una conversión de las Letras
del Ẹrìndínlõgún a los Odùs Ifá para así poder hablar; un ejemplo típico es el
caso de que una persona tenga como letra en su Osha de Cabecera la letra Oddí Tonti
Eyeunle (7-8) y entonces el Awo le dice: “usted tiene Edigbere en su Ángel de
la Guarda” (sic).
Y es que debemos tener
claros 2 principios: Primero, no hay ningún sustento, ninguna prueba, ningún
aval, ninguna norma religiosa ni en el Ẹrìndínlõgún como tampoco en los Odùs
Ifá que dicha conversión se pueda efectuar; y segundo, las letras, signos u
odùs del Ẹrìndínlõgún bajo ningún respecto se pueden leer de manera doble, es
decir mediante la lectura de 2 letras. (Esto tampoco existe en los Odùs Ifá,
pues cada uno de los 256 odùs es un solo cuerpo, no la composición de 2).
Y es el caso que por lo
general los Oloshas son los más acérrimos defensores de sus “Ramas de Santo” y
de sus Casas o Templos de Origen, de sus largas tradiciones ancestrales, pero
nunca sustentan fehacientemente porque ejecutan esa práctica de interpretar
letras del “diloggún” por medio de odùs ifá.
Pero eso no es todo. Hay
una serie de hechos, que ha dichos Oloshas no les gusta mencionar en estos
casos, que si echan por tierra la incorrecta práctica de su particular lectura
del Ẹrìndínlõgún, y que voy a detallar mediante una anécdota propia.
Hace unos cuantos años una
Olosha, con cierta confianza personal, me preguntó (siendo todavía yo una
persona sin consagraciones mayores) como podría ella aprender a consultar con
el diloggún; en base a mi experiencia de la época le recomendé que comenzara
primero leyendo el libro “El Manual del Oriaté” de Nicolás Valentín Angarica,
para que tuviera una idea base y que posteriormente se acercara a sus hermanos
de Osha u a otra casa reconocida y que mediante las libretas de santo, la
presencia en itá de kari-osha fuera recopilando información de cada signo o
letra del sistema oracular.
Para gran sorpresa mía
obtuve como respuesta: “… mi amigo, ese libro no sirve: ahí todos los signos,
si son Okana, o Eyeunle o lo que sea siempre dicen lo mismo; ahí todo es
repetido” (sic).
Para los que son poco
entendidos en la historia cubana de la religión hago una aclaratoria sobre los
hechos de los cuales no les gusta hablar a los Oloshas que utilizan mal el
oráculo del diloggún: Existió en la Habana, Cuba, hacía los últimos 25 años del
siglo XIX una Olosha de supuestamente nombre Ña Rosalía Gramosa Abreu, (Efúnsè Wáríkondó.) que se unió a otra olosha de nombre Timotea Albear “Latuán” (Ajayí Lewú) y obligaron a un Olosha de nombre Octavio Samá (Obadimeyi) a repetir la Ceremonia de Kari-Osha, pues ellas no se
la reconocían, pero luego de efectuarle la segunda se dieron cuenta que
realmente el sujeto estaba realmente consagrado. Posteriormente Octavio Samá
fue instruido por Timotea Albear “Latuán” como Oriate. Al transcurso de los
años este Octavio Samá “Obadimeyi” consagró en Kari-Osha a Nicolás Valentín
Angarica “Obá Tolá” y le dio las directrices del oráculo del diloggún para que
trabajara como Oriaté.
Posteriormente Nicolás Valentín Angarica pasa a
ser el primer Olosha cubano que escribe un libro explicando ciertos fundamentos
y principios de la religión, según lo aprendido por él en su ciudad natal de
Matanzas, más lo aprendido en la Habana con su padrino Octavio Samá.
Todo esto nos conduce a la conclusión de que lo
expuesto en libro “El Manual del Oriaté” es una pequeña parte de las tradiciones
adquiridas por Nicolás V. Angarica a través de sus antecesores Efúnsè Wáríkondó, Latuán y
Obadimeyi.
Pero hay un dato por demás interesante: Efúnsè Wáríkondo, es conocida como “La
Reformadora de la Religión” (sic) pues fue ella quien puso la práctica de tirar
dos veces el diloggún o caracoles para conseguir una letra compuesta, entre
otras cosas que no se hacían.
Ahora bien Nicolás Valentín
Angarica establece en su propio libro: “Teniendo en
cuenta que la letra que viene delante es la que predomina y es la que tiene la
potencialidad del astro que le está rigiendo a usted en bien o en mal, en ese momento, que lo mismo puede ser días
que meses o años. Y es por lo que la primera letra del Oddun siempre le
dice lo mismo. Ejemplo: Ejioco (2)
SIEMPRE LE DICE LO MISMO desde Ejioco Ocana (2-1) hasta Ejioco Metanlá (2-13),
pero fíjese que el que dice siempre lo mismo es Ellioco, y varían en las
conversaciones la letra que acompaña a Ellioco sucesivamente en cada Oddun”.
Conclusión de
todo lo explicado:
1º La tirada
o lanzamiento dos (2) veces del Ẹrìndínlõgún fue una disposición particular (por decirlo
caballerosamente) de Ña Rosalía Gramosa Efúnsè Wáríkondó, es decir fue una
innovación practicada por ella a partir de un cierto período, pero no es
ninguna norma o institución religiosa real.
2º Algunos de los descendientes de “La Reformadora de la Religión” (Nicolás
Valentín Angarica) estaban claros y convencidos de que lo que “vale” para
interpretar el Ẹrìndínlõgún es el primer lanzamiento de los mismos, que es el que
siempre va a hablar, y si se hace un segundo lanzamiento, “creará” ciertas
variantes.
3º El Ẹrìndínlõgún habla
sus letras particulares, pero nada tiene que ver con el contenido de los Odùs
Ifá.
4º La sabiduría, los conocimientos, el contenido, los dictámenes
del Ẹrìndínlõgún SE HAN PERDIDO, esa tradición ancestral SE HA IDO y es muy
poco el legado que de la misma nos queda Y NO PODEMOS PERDERLO.
La imagen presentada en
esta publicación fue obtenida del espacio web que detallo a continuación:
www.afroatenas.cult.cu.
Las fotografías e imágenes usadas en este Weblog tienen una función orientadora y de simple ilustración. Las hay de propiedad personal del administrador del blog, así como otras las he obtenido de distintas páginas web y blogs existentes en Internet. En conciencia de que muchas poseen copyright, y ante la posibilidad de un reclamo por parte de su propietario, mucho le agradecería a sus titulares se sirvan entrar en comunicación con mi persona si desean que efectúe la eliminación de las mismas de mi espacio.
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