Dentro de todo el ámbito de lo que son ofrendas dentro de nuestra religión,
ya se lleven a cabo como ebboses, sacrificios, rogaciones o trabajos, ellas
deben ser llevadas a efecto conforme a las normas y liturgia propia establecida
desde tiempos inmemorables.
Desde una simple ofrenda o addimú hasta el más grande sacrificio que se le
haga a un Òrìsà o a un Egúngún, tienen que verificarse según el odù que la
establezca y dependiendo también de la entidad a la que se le presente.
Puede ser que en un momento determinado sea “marcado” un addimú de los que se consideran “generales” a una
entidad, y puede que sea aceptado al recibirse una respuesta afirmativa a
través del oráculo que se esté utilizando para el registro; después que se realice
tal ofrenda podemos ver resultados positivos con respecto a nuestras peticiones…pero
¿y cuando esto no ocurre?
Es común ver que muchas personas se quejan que su Elegguá no les “resuelve
sus situaciones”. Ahora bien ¿esa persona está dándole las ofrendas correctas a
su Elegguá conforme a la letra o signo que tiene ya sea en un Itá o un
registro? ¿Está esa persona haciendo la ofrenda de la manera que le gusta a la
entidad en cuestión?
Si bien el neófito que hace la ofrenda ignora que debe dar como ofrenda y
como llevarla a cabo, y es “inocente” por su desconocimiento, esa ofrenda o
ebbo va a ser en vano, pues no se está cumpliendo con lo que exige la Entidad,
y es donde entra en responsabilidad el Sacerdote que marcó el ebbo.
Hay que recordar que un registro u osodde no es un acto donde sean validas “inspiraciones
espirituales”, es decir que se marque lo que parezca o lo que le llegue por “inspiración
divina”.
La religión yorùbá obliga a un estudio profundo de cada uno de los odùs de
Ifá o de los signos del Èerìndínlõgún para que sean aplicados
correctamente en todos sus aspectos.
Nunca va a ser igual la
inmolación de un animal que se lleve a efecto en un ebbo para Sàngó (Shangó),
que cuando se haga un trabajo similar para Òsòósì (Oshosi).
Lo he dicho en otras oportunidades:
dentro de nuestra religión no hay “formulas mágicas”; cada Entidad tiene su
manera particular de ser consagrada así como de hacérsele los sacrificios y
ofrendas en particular; cada Entidad tiene su sitio especial para ser venerada;
cada odù tiene sus ebboses y ofrendas específicas; cada ebbó tiene un sitio de
destino para cuando va a ser desechado; cada persona tiene una espiritualidad
regida por un odù que es el que va a determinar que, cuando, como debe hacerse
cada una de las acciones religiosas que correspondan.
Si se quieren ver resultados y avances en la práctica de nuestra
religión, debemos dejar de llevarnos por “inspiraciones” propias y ajenas…sólo
debemos dejarnos guiar por lo que han dejado establecido Olódùmarè, Òlófi, Òrúnmìlà,
los demás Òrìsàs y Egúngún…ni más ni menos.
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Las fotografías e imágenes usadas en este Weblog tienen una función orientadora y de simple ilustración. Las hay de propiedad personal del administrador del blog, así como otras las he obtenido de distintas páginas web y blogs existentes en Internet. En conciencia de que muchas poseen copyright, y ante la posibilidad de un reclamo por parte de su propietario, mucho le agradecería a sus titulares se sirvan entrar en comunicación con mi persona si desean que efectúe la eliminación de las mismas de mi espacio.
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